Existen varias cepas, tanto en tintos como en blancos, y todas son deliciosas. ¿Pero sabés qué diferencia cada una? Te lo contamos:
- Malbec: originaria de Francia, se cultiva mucho en Argentina, a punto que se convirtió en característica de nuestras tierras, principalmente de Mendoza. Este vino es considerado “equilibrado” y su color es violeta oscuro, con aroma a ciruela y gusto frutado.
- Bonarda: es la segunda uva más plantada del país y tiene un color intenso, aroma a fruta roja y un sabor que persiste en la boca. Es algo ácido, pero fácil de tomar, ya que sus taninos son suaves.
- Cabernet Sauvignon: es el vino más consumido en Argentina. Ácido, es ideal para acompañar carnes rojas, guisos y cordero. Su color es borravino oscuro y tiene aroma a pimienta.
- Tempranillo: su color es rojo intenso, huele a frutas y perdura en la boca, por lo que es considerado un vino complejo.
- Torrontés: es la única cepa argentina y su color es amarillo claro. Es mejor consumirlo joven, huele a flores y frutas, y tiene un toque cítrico. Si bien es algo dulce, también es seco.
- Chardonnay: originario de Francia, su color es dorado y su aroma, frutado. No es agresivo ni ligero y es la cepa base del chablis francés, los vinos blancos secos y el champagne.