Llegó la época en la que ellas se convierten en nuestra mejor opción para comer algo rápido, fácil, fresco y liviano. Y, aunque parezca que no hay ninguna ciencia en preparar una ensalada, tiene sus truquitos; sobre todo a la hora de condimentarlas.
Algunos prefieren el vinagre (de manzana, de alcohol, de vino, etc.), otros eligen el aceto balsámico, están quienes se inclinan por el limón, y tampoco faltan los que optan por innovar con diferentes dressings especiales. Pero todos coinciden en el aceite, y si es de oliva, ¡mejor!
Según Sierra Pura, expertos en aceites de oliva virgen extra, el secreto a la hora de aderezar las ensaladas es poner primero la sal, luego el aceto o vinagre, y por último el aceite. ¿Por qué? Si lo ponés primero, vas a hacer que se cree una capa alrededor de los alimentos que impedirá que luego absorban el resto de los condimentos que estás usando.