Cortar las vainillas por la mitad. Cubrir con ellas el fondo y los bordes de un molde redondo, desmoldable, de 28 cm de diámetro.
Con mucho cuidado y con la ayuda de un pincel, humedecer las vainillas con el oporto.
Colocar los 200 g azúcar en una olla y cubrir apenas con agua. Llevar al fuego y cocinar hasta obtener un almíbar a punto bolita fuerte.
Mientras se baten las yemas, volcar el almíbar en forma de hilo. Agregar la esencia de vainilla y continuar batiendo hasta llegar a punto letra.
Por otro lado, batir a medio punto la crema con 5 cdas. de azúcar, e incorporar en forma envolvente al batido de yemas.
Batir las claras con 5 cdas. de azúcar a punto nieve, e incorporarlas también de manera envolvente con movimientos suaves para no bajar la preparación.
Volcar la mezcla en el molde y llevar al freezer durante 4 horas o hasta que esté firme.
Decorar la torta con las grosellas antes de servir.