El huevo es un alimento sano, poco calórico, considerado también como un muy buen acompañante para las comidas, pero no siempre sabemos cómo incorporarlo de manera original. Tomá nota y convertilo en el protagonista de tus próximos platos:
- Huevos pasados por agua: deben hacerse justo antes del momento de servirlos y para ello se deben introducir la cantidad de huevos que queramos en un poco de agua hirviendo con sal, durante 3 minutos. Al sacarlos la yema se encontrará líquida y la clara en un estado semilíquido.
- Huevos mollets: para conseguir esta consistencia, colocalo en agua hirviendo con sal durante 5 minutos. La clara resultará cuajada y la yema, ligera. Son ideales para incorporar en salsas, en ensaladas y mayonesas.
- Huevos duros: es uno de los más frecuentes a la hora de cocinar. Primero hay que hervir el agua con un poco de sal, luego introducir los huevos y dejarlos allí durante 11 minutos. Es importante no pasarse de tiempo, ya que de otro modo la yema quedará color verde.
- Frito: en una sartén, calentar una cucharada de aceite o manteca, y cuando esté caliente ya podés echar el huevo, sin romper la yema. Para que coagule mejor, agregale una pizca de sal en la clara. A fuego lento, en 2 o 3 minutos ya lo tendrás listo para sumergir el pancito.
- Revueltos: poné un poco de aceite en una cacerola o, si preferís, en una sartén. Rompé los huevos en un bol y batilos con la ayuda de un tenedor o batidor. Luego, vertelos en la cacerola con aceite caliente y cocinarlos a fuego lento, sin dejar de remover, hasta que la textura se vuelva cremosa. Son perfectos para comer en el desayuno. Le podés agregar cebolla, panceta, jamón o lo que quieras y también son muy ricos para un almuerzo rapidito.
- Huevo poché o escalfado: primero, calentá el agua con un chorro de vinagre. Por otra parte, rompé un huevo en un bol. Cuando el agua hierva, revolvela con una cuchara en forma circular y en el centro verter el huevo. Cocinalo durante 2 minutos y retirá con una espumadera.