En nuestra vida diaria, el congelador o el freezer funcionan como grandes amigos de la conservación de algunos productos. Pero, ¡hay que tener cuidado! Algunos alimentos, además de perder su textura y consistencia, pueden provocarnos intoxicaciones.
No lleves al freezer:
- Lácteos líquidos o cremosos: su alto contenido graso evita el proceso de conservación y el producto pierde su sabor, consistencia y textura y se reduce a lo inservible.
- Frutas o verduras con alto contenido de agua.
- Huevos crudos con cáscara: ya que no logran preservarse y se rompen. Y si se llegasen a conservar, notarás que han perdido su elasticidad.
- Mayonesa: no es aconsejable forzar su conservación con el congelamiento, ya que una vez retirada de la heladera se rompe la emulsión que la creó, y queda con una textura sólida, gruesa, sin gusto.
- Con respecto a los alimentos cocinados, es fundamental mantenerlos en recipientes y bolsas herméticas para que evitar cualquier contacto con el aire.