Levadura: ¿fresca o seca?

Es indispensable para hacer pizzas, panes y masas que precisan fermentación. Pero no siempre sabemos cuál elegir ni cómo usarlas correctamente.

  • Levadura fresca: es la que viene en cubos y tiene microorganismos u hongos vivos, reproducidos en forma industrial mediante un proceso de fermentación. Por eso, debe mantenerse la heladera, pero sin congelar. No la dejes afuera, ya que a temperatura ambiente esos hongos se despiertan. Entre sus ventajas, podemos mencionar que tienen más capacidad de leudado en menos tiempo, lo que hace que rinda más y mejor. Además, le aporta humedad a las masas.
  • Levadura seca: tiene las mismas materias vivas que la fresa, pero están deshidratadas. Sirve para fermentar todo tipo de masas y puede ser almacenada hasta por un año fuera de la heladera. Una vez abierta, sí debés guardarla en un lugar refrigerado. No es necesario que la diluyas en líquido antes de usarla. Como dato clave, tené en cuenta que se calcula que el peso de la levadura seca representa el 35% del peso de la levadura fresca, por lo que una masa puede requerirte 25 g de levadura fresca o sólo 8.75 g de seca.