Ideas para reciclar tus cáscaras de naranja

La naranja es una fruta cítrica que aporta un alto grado de vitaminas, nutrientes y minerales a nuestro cuerpo. Pero cuando decidas consumir una, no tires su cáscara.
Aunque no lo creas hay muchas opciones para utilizarla ingeniosamente:

  • Aprovechá la cáscara que te sobró como polvo saborizante en tus preparaciones. Lo único que tenés que hacer es quitarle la corteza blanca que envolvía la pulpa, dejando sólo la piel. Una vez que la tengas, dejala secar y luego pasala por la procesadora para que quede molida. A este polvo lo podés utilizar en preparaciones de bizcochuelos, cremas y todo lo que se te ocurra, ya que saboriza muy bien.
  • La cáscara fresca de la naranja contiene aceites que pueden ayudarte a limpiar las superficies engrasadas de tu cocina. Utilizala como si fuese una esponja y dejá todo reluciente. ¡Atención! Otro datito. También podés realizar una fórmula concentrada, colocando cáscaras de naranja en un frasco con vinagre; sólo debes dejar que repose por dos semanas y listo para usar.
  • El azúcar morena suele endurecerse, pero si colocás un poco de la cáscara de la naranja que te sobró en su recipiente, podés evitarlo.
  • Disfrutá de un rico té. Herví las cáscaras en agua durante algunos minutos y servilo en una taza. Agregale un poco de miel ¡y listo! Esta bebida, además de ser deliciosa ayuda a tu organismo a mejorar las defensas, aliviando congestiones o resfríos.
  • También podés realizar un aromatizador natural y artesanal para los ambientes de tu hogar. Cuando comas una naranja, asegurate de cortarla por la mitad dejando en el centro del péndulo una mechita blanca que luego te servirá como vela. Dejá que se seque la mayor cantidad de tiempo posible, puede ser por varias horas o incluso hasta por días. Una vez que esté seco, colocale un poco de aceite y prendé la mecha.