Quizás escuchaste alguna vez que jamás debes guardar los alimentos en recipientes de acero inoxidable o metal. La razón es que los contenedores con estas características están hechos de acero en cromo, que evita las oxidaciones, y algunos productos pueden generar una especie de reacción que los echa a perder por la contaminación que se genera. Por esto, es preferible que utilices envases de plástico o de vidrio.
¿Querés saber cuáles son los alimentos que producen este efecto?
- Ácidos. Los que se conforman a base de tomate, huevo, queso, yogur, carnes, son altamente riesgosos, ya que pueden picar los moldes, generando orificios de forma irreversible. Lo mismo sucede si se utiliza aluminio: al ser un metal activo, se produce una especie de reacción eléctrica y al cabo de un tiempo éste comenzará a agujerearse.
- Vinagres. Con éstos sucede lo mismo, ya que si bien contienen antioxidantes, el contacto permanente e indeterminado resquebraja los contenedores.
- Latas en conserva. Cuando decidas comprar productos enlatados, asegurate de que no estén abollados, para que no tengan fisuras que puedan hacerte consumir bacterias no deseadas. Además, una vez abiertos, jamás deben guardarse o volver a colocarse en sus recipientes de origen.