Si querés guardar las comidas por mucho tiempo, tenés que asegurarte de que se mantengan libres de bacterias. Esta es una técnica sencilla, con muy pocos pasos, que te permitirá preservarlas de la mejor manera.
- Lavá muy bien los frascos y las tapas.
- Colocalos en una cacerola grande, apoyados sobre un paño.
- Separá los frascos con otros paños limpios para evitar que, al hervir el agua, choquen entre sí.
- Cubrilos totalmente con agua y dejalos durante 20 minutos.
- Apagá el fuego y esperá hasta que se enfríen para sacarlos.
- Escurrilos sobre repasadores, poniéndolos boca abajo.
- Enjuagá los frascos con alcohol fino antes de poner en ellos el dulce, la mermelada o lo que desees guardar.
- Agregales una etiqueta que indique la variedad de fruta o el alimento utilizado y el año de envasado.